Carta del dueño de la casa a su padre que murió años después de dejar el barrio

Carta a papá.

Estaba leyendo tu libro favorito sentado en la terraza de La Casa de la Palmera y me he acordado de ti. El edificio que había antes lo han derribado, fue un momento duro para el barrio. Ahora vivimos aquí, sé que te gustaba mucho esa casa, pero estoy seguro de que la de ahora también te gustaría. ¿Te acuerdas de cómo era? pasábamos por ahí todos los domingos para ir al mercado y jugar en la plaza, y siempre me decías que tu habías estudiado allí, que siempre ibas con tu amiga la que trabaja en el bar de la esquina, el Bar Flor. Ella ya no está, pero todas las mañanas, cuando voy a trabajar, me cruzo con su hija. Aún se acuerda de mí.

Me gusta volver a vivir en el barrio, y me gusta que mis peques vayan a crecer en el lugar donde lo hice yo. Me recuerdan mucho a mi hermana y a mí, están muy unidos y riñen mucho como hacíamos nosotros. Están disfrutando mucho del jardín, juegan con la polea como tú de pequeño, y cada día inventan una manera diferente de jugar con la palmera. Les he contado muchas veces la historia de porque es tan importante y ahora la adoran. A veces los dejo solos en el patio y subo al mirador de arriba a leer mientras miro como juegan. Por las noches me quedo abajo con ellos, el barrio ya no es lo que era y las noches no son tan seguras. Cuando hace frio jugamos dentro, los rincones de la casa se convierten en refugios cuando juegan, y las escaleras son su lugar favorito de la casa. Suben, bajan, corren, juegan sentados, la usan de mesa, de silla o de espacio por el que lanzar cosas.

Entre semana llevamos una rutina un poco ajetreada, nos despertamos temprano, aunque casi siempre me despiertan ellos a mí, aprovechan la puerta que conecta nuestras habitaciones. Un día la cerrarán para tener su privacidad, pero por ahora me encanta que entren corriendo y gritando “Ya es de día, despierta papi que hay que ir al cole”. Desayunamos en la mesa de la cocina con un rayito de sol que nos da energía para empezar el día. El mayor ya se viste solo pero la pequeña necesita algo de ayuda, aún no ha cumplido los cuatro. Luego los llevo al cole, que nos pilla cerca de casa, y voy en bici hasta el trabajo. De lunes a jueves, mi hermana los recoge y comen con ella y los primos, solo tengo una hora para comer y no me da tiempo a comer con ellos. A los niños les encanta, pero yo estoy deseando que llegue el viernes, que trabajo solo por la mañana, para comer con ellos. En cuanto salgo, los recojo y damos un paseo antes de llegar a casa. Estos días no para de llover, preferimos no entretenernos mucho y volver rápido. Si tienen tareas de clase por hacer, nos ponemos en la mesa de la cocina y les ayudo, y si no les han mandado nada nos dedicamos a leer entre los tres.

La hora de la ducha es siempre un momento especial, aunque casi todos lo son con ellos. Les gusta bañarse juntos, y mientras están en la bañera yo me siento con ellos en una silla que tenemos colocada pensando en esos ratos. Además, la uso cuando les seco el pelo, se suben ahí y se lo seco mientras cantamos y reímos.

Después de ponerles el pijama, me ayudan con la cena. Les gusta mucho cocinar, como a mamá. Yo ceno con ellos, aunque sea temprano, y un poco más tarde me tomo algo más. Así me cuentan como les ha ido el día, y yo les cuento como me ha ido a mí. El mayor no habla mucho, pero la pequeña no se calla ni para comer. Después de cenar nos sentamos un rato en el sofá, ven algo en la tele mientras se relajan, aunque a veces más que relajarse se activan chinchándose entre ellos. Para dormir, les cuento una historia nueva cada día. A veces me las invento, y otras les cuento historias de cosas que hacíamos de pequeños, de viajes o alguna de las que me contabais mamá y tú.

Se me ha olvidado hablarte del apartamento que tenemos alquilado. Lo hicimos para reducir los gastos de la casa, y ha sido muy buena idea. El mes pasado tuvimos a una chica que iba un poco a su aire, pero este mes ha alquilado un chico de unos 25 años. Está haciendo prácticas aquí y va a pasar unos meses en la casa. Se lleva super bien con los niños, ellos siempre quieren jugar con él. A veces tengo que llamarles la atención, pero él siempre dice que no le importa, que no le molestan. Cena con nosotros cuando puede, y después de acostar a los niños, nos quedamos hablando en el salón. Él me cuenta cosas muy interesantes sobre lo que hace y yo siempre le recomiendo libros nuevos para leer. Ya sabes lo que me gusta. Al lado a mi habitación tengo una pequeña biblioteca donde guardo todos los libros que tengo, muchos de los que me diste tú, papá. Te gustaría mucho mi rincón de lectura, estoy seguro.

Los fines de semana siempre viene mamá a vernos, aunque también lo hace algunos días entre semana, dice que así pasa mas tiempo con los niños. Al principio le costó volver al barrio, no le gustaba ver que ya no era el mismo, pero ahora dice que sigue teniendo la esencia de siempre y le encanta volver. Cuando le dije que me iba a hacer una casa donde estaba la Casa de la Palmera, me enseñó algunos muebles que guardaba de cuando vivíamos aquí de pequeños por si quería ponerlos en la nueva casa, y eso hicimos. Tu estantería de libros, la mesa camilla del salón, las sillas de la cocina, una cómoda que he puesto en mi habitación y el escritorio que usábamos mi hermana y yo de pequeños. Así ella también se siente un poco más en casa. Cuando viene los días entre semana se queda a dormir en el dormitorio de la planta baja, ya le cuesta un poco subir escaleras, pero si tiene que hacerlo por los niños o por subir al mirador, lo hace, también le gusta leer allí. A la azotea ya le cuesta más, además ya sabes que le da un poco de vértigo.

Los viernes se queda a dormir en casa con los niños, y yo aprovecho para salir un rato con los amigos. Sigue despertándose temprano los sábados y para cocinar algo de cuchara, y cuando los niños se despiertan le ayudan a hacer bizcocho o algún postre de los que se le ocurren. Llena la casa de olor a especias, a caldo o a bizcocho, a hogar. Si salimos a comer fuera, ella cocina igual, dice que así ya tenemos comida para otro día. Las tardes las solemos aprovechar para pasear por la playa, o tomarnos un café mirando al mar. Es una suerte tenerlo tan cerca, mamá dice que lo echa de menos ahora que lo tiene lejos.

Los domingos nos gusta juntarnos con los amigos, aprovechamos el patio, juntamos varias mesas y comemos todos juntos ahí. Me gusta mucho ver la casa llena de gente, cuando éramos pequeños siempre había gente en casa, las primas, las titas, los amigos. Ahora hacemos lo mismo en esta casa, da gusto ver movimiento.

Estamos muy bien en esta casa, muy felices, acordándonos mucho de ti y echándote de menos. Le hablo mucho a los niños de ti, no te preocupes, siempre se van a acordar de ti.

Te quiero papá.



Maisons Jaoul

“Resumir brevemente unos quinientos dibujos y documentos visuales existentes en el archivo Jaoul no explica por completo la complejidad del proceso conceptual de Le Corbusier”


1- CONTEXTO HISTÓRICO Y PERSONAL

Tras la II Guerra Mundial, Europa se ve sumergida en un proceso de recuperación de los numerosos daños causados durante la guerra reflejados en cambios culturales y económicos. La respuesta de la arquitectura a estos tiempos de posguerra fue la paralización del proceso de modernización, que se recupera hacia los años 50 impulsado por las tareas de reconstrucción, tras un periodo intermedio de reutilización del academicismo e historicismo.

Fig. 1 Le Corbusier
Le Corbusier adopta una posición marginal en este panorama. Durante la Guerra, se refugia en su intimidad y hace un trabajo de introspección del cual surgen algunos de sus trabajos más teóricos como el modulor. Al finalizar la Guerra, en el 45, vuelve a su estudio de siempre y lo pone en marcha junto con su primo Pierre Jeanneret. 

Los ministros de la reconstrucción le piden que colabore con el país, el gobierno francés le envía como representante a la comisión que va a hacer el edificio de las Naciones Unidas en Nueva York, pero no lo llega a construir, y Wallace Harrison le copia el proyecto.


Fig. 2 Palacio de las Naciones Unidas Nueva York, Estados Unidos, 1947
Fig. 3 Le Corbusier con El Palacio de las Naciones Unidas


Pero en 1945 recibe el encargo de Unité D’habitation, en Marsella, su primera gran obra residencial, que sí construye. 
Fig. 4 Unité d'habitation, Marseille, France, 1945

También Ronchamp, una obra que refleja el mundo irracional de la última parte de su carrera, y otros proyectos posteriores. 

Pero fue en la India independiente donde encuentra su principal cliente estatal después de la II Guerra Mundial. Durante años, se sumerge en el proyecto de una nueva capital del Punyab, Chandigarh, en la que construyó los principales edificios públicos. Para ello viaja a la India dos meses al año, empapándose de su cultura en cada visita.

Fig. 5 Chapelle Notre Dame du Haut, Ronchamp, France, 1950 - 1955



2- ENCARGO

Impulsado por su fascinación por los ingenieros americanos y la arquitectura del Nuevo Mundo que le inquietaba desde antes de la década de 1920, decide impartir en 1935 una serie de conferencias en museos y universidades y presentar su obra en el Museum of Modern Art de Nueva York. Fue en este viaje, a bordo del Normandie, donde conoció a André Jaoul, director del departamento de relaciones externas de una empresa productora de aluminio. 


Poco después, en el mismo año, Jaoul le encarga a Le Corbusier una casa familiar de fin de semana, que el arquitecto elabora con estructura independiente, pilotis y carpintería de troncos de pinto. Esta se remonta a un grupo de casas de campo anteriores que había diseñado en torno a materiales orgánicos y regionales, concebidas para una forma de vida rural. Aunque el proyecto no fue ejecutado, sirvió de modelo para la tipología de casas ensambladas en seco que se elaboraron con el estallido de la II Guerra Mundial. 

Fig. 6 Propuesta de Vivienda de Fin de Semana para Jaoul

De ese primer encuentro nace un interés mutuo por reforzar la amistad, y a partir de ahí mantienen el contacto en los años posteriores a través de cartas, haciéndose favores mutuos y compartiendo pasiones como la pintura o la industria.


Pasada la Guerra, en 1946, la familia Jaoul compra una parcela en la rue de Longchamp, en París, con el objetivo de construir dos casas que alberguen una a André Jaoul, su esposa y el hijo menor, y otra a su hijo mayor, con su esposa y sus tres hijos. Habiendo asumido que Le Corbusier estaba demasiado ocupado en numerosos trabajos como para interesarse en su urgente proyecto, los Jaoul contactaron con Clive Entwistle, un arquitecto inglés al que conocieron un tiempo antes a través de Le Corbusier. Este elaboró una propuesta que consistía en un solo bloque residencial que alojaba en tres niveles superpuestos para las dos familias, y la presentó en junio de 1951.

Fig. 7 Planos del Proyecto de Viviendas de Entwistle para Jaoul

Fig. 8 Planos del Proyecto de Viviendas de Entwistle para Jaoul


Ese mismo año, Jaoul vuelve a coincidir con Le Corbusier en uno de los viajes que el arquitecto realiza para trabajar en el proyecto de la sede de las Naciones Unidas. En ese encuentro, Jaoul le cuenta su intención de construir, y le pide que examine los planos de Entwistle. “¡Por este precio, podrías hacer dos casas con él! ¡Y podría tener algunas bóvedas también!”1 Fue la reacción de Le Corbusier al conocer el proyecto, proponiendo también hacer muros de ladrillo para reducir los gastos en un 20%. A partir de ese momento, el arquitecto abordó el proyecto, acabando con lo planteado por su compañero.

Fig. 9 Boceto Bóvedas

Su interés por las estructuras abovedadas (en particular la bóveda catalana) como solución de diseño para cubrir un tramo y el uso de la bóveda rebajada empleando materiales tradicionales, responden al bagaje cultural de Le Corbusier y a dos de sus temas dominantes. Por un lado admiraba la bóveda industrial, y, por otro, le fascinaba la calidez del arco de bienvenida, un receptáculo de luz. Estas bóvedas ganan importancia tras la II Guerra Mundial, suponiendo una mejora de su Máquina de Habitar de la década de 1920. Este elemento aparece de forma natural en algunos proyectos. Sin embargo, en las Maisons Jaoul ve esta solución como una referencia biográfica a su cliente (originario de la montañosa región de las Cévennes), pues para Le Corbusier las bóvedas implican un espacio simbólico que connota la imagen de la primera habitación humana dentro de una grieta rocosa, la esencia misma de un refugio. Se podría decir, por tanto, que el arquitecto encuentra en las bóvedas la síntesis de industria (pues André Jaoul era un gran industrial) y refugio.


Relación racionalismo/brutalismo

En la obra de Le Corbusier se aprecia un cambio de actitud respecto a la visión de la tecnología a partir de la casa Sarabhai en India: “retomar contacto con los materiales dignos y fundamentales de la arquitectura: el ladrillo amigo del hombre; el hormigón en bruto también amigo, los enfoscados blancos amigos del hombre; la presencia de colores intensos provocadores de alegría, etcétera”2 siendo los metales niquelados y cromados empleados sólo en circunstancias especiales.

Fig. 10 Villa de Madame Manorama Sarabhai, Ahmedabad, Inde, 1951

Fig. 11 Villa de Madame Manorama Sarabhai, Ahmedabad, Inde, 1951




Fig. 12

A raíz de esto, muchos críticos establecen dos etapas diferenciadas: una regionalista del periodo de entreguerras, y una brutalista de posguerra. Sin embargo, observamos que la introducción de materiales y culturas regionales del arquitecto en su obra ya se había producido a finales de los años 20, aunque de manera sutil, en obras que consideramos puristas como la casa de piedra del jardinero de la villa Savoye. Esto indica que esa división es incierta.

 

Uno de los factores que llevan a Le Corbusier a esa reflexión es su viaje en 1931 por Marruecos y Argelia, en el que aprecia y admira la relación entre arquitectura, cultura, paisaje y hombre.




3- ESTUDIO PARCELA Y LUGAR 


En un primer momento, la parcela resultó ser un gran quebradero de cabeza para Le Corbusier. De hecho, llegó a provocar quejas sobre ella diciendo que  "las regulaciones relativas al sitio eran contradictorias, el programa era complicado y el presupuesto estaba inevitablemente limitado por el escandaloso costo de la construcción privada".3


El plan urbano oficial de Neuilly-sur-Seine controlaba todas las nuevas construcciones en el distrito, y el vecindario de la rue de Longchamp estaba sujeto a unas regulaciones que limitaban las casas y los bloques de apartamentos. Debían tener un número máximo de tres plantas, retranqueados por lo menos 4 metros de la calle y con una huella de construcción que no excediera el 32% de la superficie del terreno. Además, no se permitían construcciones en el límite de la propiedad a menos que colindaran con paredes existentes estructuralmente sólidas en la propiedad adyacente. 


Poco después de estudiar los planes de Entwistle, Le Corbusier visitó el lugar. Allí, analizó el sitio, su exposición, orientación, y el control de la luz. La configuración geométrica de la parcela intrigó al arquitecto, ya que se aproximaba mucho a un cuadrado doble perfecto. 

Fig. 13 Emplazamiento
Fig. 14 Desnivel Parcela

En un primer momento, Le Corbusier se orientó hacia el suroeste y trazó un perfil del muro vecino. Proyectó el curso del sol durante los meses de verano, de este a oeste, iluminando toda la propiedad. Sin embargo, esta solución no resultó ser la más conveniente. 

Fig. 15 Estudio del sol en la parcela

Fig. 16 Estudio del sol en la parcela
Vemos como desde sus primeros bocetos, parecía estar buscando la huella exacta de los volúmenes expuestos a las mayores temperaturas y cantidad de luz solar al pedirle al agrimensor medidas precisas de los niveles del suelo, la implantación de los árboles y el perfil de las calles. Con esta información, registró varios inconvenientes en el sector noroeste: "sombra" y "ruidos de la calle". Imaginó una pantalla vertical que aislara la parcela de la calle y una celosía de madera en el borde norte de la propiedad, pero entonces recordó las limitaciones con respecto a las zonas de retranqueo y medianeras. El gran esfuerzo que puso en la elaboración de este primer boceto muestra claramente su preocupación en la incidencia de la luz solar para maximizar sus efectos en el diseño inicial.


En un segundo boceto, Le Corbusier trazó las posibles respuestas a los problemas de exposición de la luz natural y la diferenciación entre dos unidades familiares separadas. El arquitecto probablemente asumió que esta doble configuración respondía directamente a la demanda del cliente, dos casas para dos generaciones de familias. 


El siguiente replanteo que realizó, mostraba su intención de implantar la casa en el punto más alto del terreno, de cara a la calle. Indicaba un espacio hueco, bajo el volumen voladizo propuesto, para enterrar los coches, algo que ya había experimentado en muchas otras ocasiones anteriormente. Allí, desde los primeros bocetos conceptuales, había propuesto una construcción levantada sobre cuatro pilotis, un diseño que liberaba la planta baja como espacio abierto para garaje y algunos trasteros. 

Fig. 17 Boceto

En conclusión, lo que surgió de la primera visita al lugar de Le Corbusier fueron cuatro líneas centrales de investigación que llegaron a dominar el proceso de diseño: la disposición de dos volúmenes estrechamente interconectados; la alineación de cuatro vanos paralelos a lo largo del mismo eje noroeste / sureste; mucha atención a la exposición al sol y el aprovechamiento ventajoso de la pendiente natural del terreno. Al mantener estas preocupaciones centrales a lo largo de todas las fases de la composición, Le Corbusier demuestra su apego a los principios de la estética técnica del movimiento moderno. Maximiza el área no construida en el sitio, así como la penetración de luz natural dentro de las casas. Al jugar con la forma doble, también revela su apego a las cuestiones de la intimidad y la privacidad. Aquí, desde los primeros bocetos, se afirma la fuerza de la propuesta, que se apoya en una síntesis a priori de la orientación de los volúmenes. Las posteriores elaboraciones lentas revelan una mirada de pequeños ajustes requeridos antes de llegar a la configuración de diseño más satisfactoria.




4- FASES DEL PROYECTO


Una vez analizado el lugar y planteadas unas primeras ideas el proyecto fue madurando en varias fases, pero siempre apostando por la construcción de dos viviendas independientes. Desde julio de 1951 hasta julio de 1952, tratando de lidiar con el difícil terreno, Le Corbusier y sus colaboradores exploraron cuatro opciones diferentes basadas en los mismos principios de construcción: bahías con vanos desiguales cubiertos por bóvedas catalanas sostenidas por muros de ladrillo macizo.  

 

Primera fase

Desde el primer momento del diseño Le Corbusier propone el uso de bóvedas catalanas en el proyecto. En esta primera fase se establece un ritmo proporcional para los vanos de las bóvedas (a/b/b/a, con    a = 2,26 m y b = 3,66 m), estando ambas viviendas pegadas la una a la otra, pero desfasadas unos metros entre ellas. El garaje, con capacidad para tres vehículos, se situaba en la planta baja de la casa de la derecha, lo que hacía que la primera tuviera tres niveles habitables, pero la segunda solo dos. Esto hacía que las viviendas fueran desiguales y es lo que alienta a Le Corbusier a buscar una idea de proyecto alternativa.

 

Aquí las terrazas cobran mucha importancia, siendo casi un eje vertebrador del proyecto, ya que el patio común de la primera planta desarrolla la función de distribuidor de ambas viviendas. Además las dos casas cuentan con amplias terrazas en el segundo nivel.

 

Esta propuesta muestra que aún quedan grandes asuntos por resolver: la interdependencia de las dos viviendas y la disposición del garaje.

Fig. 18 Plantas primera fase de proyecto


Fig. 19 Sección primera fase de proyecto


Segunda fase 

En los meses posteriores de desarrollo se produce la separación de las dos casas, que pasarían a designarse de aquí en adelante con las letras A y B. Ambas viviendas se disponían de manera diagonal dentro de la parcela y seguían siendo paralelas entre ellas, además de estar unidas por un espacio intermedio. El garaje también continúa siendo común y ocupando la planta baja de una de las casas.

 

En esta fase el ritmo de las bóvedas cambia, estableciendo una secuencia a/b/b/a/b. Cada vivienda estaba compuesta por dos tramos y el patio central por otro de tipo b.

Fig. 20 Planta segunda fase de proyecto



Tercera fase 

En noviembre de 1951, frustrado por las numerosas limitaciones que le imponía la parcela de los Jaoul, Le Corbusier decidió desarrollar el proyecto en un emplazamiento nuevo, incluyendo también la parcela contigua. En este diseño, ambas unidades situaban el eje longitudinal de las bóvedas paralelo a la calle.

Aquí se contempló una nueva opción: una terraza exterior elevada compartida a la que se pudiera acceder directamente desde la calle por una rampa que pasaría por encima del garaje ya subterráneo.

Fig. 21 Planta tercera fase de proyecto

Fig. 22 Sección bóvedas


Esta táctica de ampliar los límites legales de la parcela ayudó al arquitecto a encontrar la solución que tanto tiempo había estado buscando, ya que es en esta fase donde surge un plano de distribución en forma de espejo, con un ritmo de las bóvedas b/a/a/b. Al volverse a ceñir a las dimensiones de la parcela inicial, Le Corbusier se vio obligado a pivotar una de las casas alrededor del eje del área de entrada con terraza elevada, aproximándose así a lo que ya sería el resultado final.


Cuarta fase 

En esta fase y probablemente debido a la influencia de las granjas vernáculas del suroeste de Francia, las casas se sitúan en un plano elevado al que se accede por una rampa que conduce hasta ellas, quedando el garaje unos metros por debajo de la cota 0, accediendo a él también por una rampa.

Fig. 23 Planta cuarta fase de proyecto


Aquí ya se formaliza la idea de situar las dos casas en perpendicular, denominándose casa A a la paralela a la Rue de Longchamp y casa B a la de la parte trasera del terreno. Las rampas se sitúan a lo largo de la línea de propiedad suroeste y la casa A colinda con la propiedad contigua al norte.

 

Fig. 24 Planta última fase de proyecto


Es más adelante cuando Le Corbusier decide invertir la posición de las casas en forma de espejo. Aquí se alcanza la solución definitiva, llevando las rampas de acceso al borde norte de la parcela. Sin embargo, la construcción final no corresponde exactamente a la existente en los planos, ya que en última instancia se decidió cambiar la puerta de acceso a la casa A para seguir de manera más radical el eje de las bóvedas y dotar así de más independencia a los dos hogares. Esta decisión llevó a cambiar la posición de las rampas para hacer las circulaciones más fluidas. 

Fig. 25 Axonometría del conjunto

Estas rampas crean un discreto pasadizo entre la vía pública y el espacio doméstico más íntimo, funcionando como un dispositivo de control reforzado por el carácter fortificado de la primera casa. Esta sensación va acompañada del jardín situado en el extremo de la parcela que, como el resto de espacios comunes, aparece como consecuencia de la posición de los edificios. Los árboles creaban la sensación de estar adentrándose en un mundo paralelo de verde y vegetación lejos de la ciudad. Continuando con este discurso, Le Corbusier decide hacer cubiertas ajardinadas en ambas unidades, que suponen una solución económica, proporcionan aislamiento y reducen los gastos de calefacción. Por último, entre las dos casas aparece un patio exterior que funciona como distribuidor y filtro entre el área familiar compartida y los espacios privados.  

Fig. 26 Imagen conjunto con vista de las cubiertas


El diseño final consta de dos casas de 252 m2 cada una, ambas con una planta baja que alberga un gran espacio de recepción, las zonas de salón-comedor, cocina abierta y una estancia auxiliar que podría ser utilizada como despacho; un primer piso con los dormitorios; y un segundo piso parcial.

Fig. 27 Planta Baja
Fig. 28 Primera planta
Fig. 29 Segunda planta


Aunque los modelos y dimensiones de las casas eran similares, Le Corbusier adaptó cada una a la familia que la iba a habitar. La casa A estaba destinada a André Jaoul, su mujer y su hijo menor, y consta de tres habitaciones con lavabos y duchas, con baños separados. La habitación principal cuenta con un balcón, y a través de ella se accede a una pequeña capilla encargada por Madame Jaoul. Por otro lado, la casa B tiene cuatro dormitorios, uno de ellos con baño completo, siendo uno de estos el destinado al servicio, y con un balcón en el dormitorio principal al igual que en la casa A. En planta baja, ambas casas adoptan un modelo de cocina abierta a la sala de estar, tomando como ejemplo el diseño que Jose Luis Sert había empleado en su propia casa de Long Island.

 

Fig. 30 Planta primera con detalle


Le Corbusier había diseñado los interiores con muebles que se integraran con el resto de la vivienda, como ya había hecho en otras obras.Sin embargo, debido a problemas económicos, la familia Jaoul decidió colocar sus propios muebles, pues contaban con una colección. Esta decisión no fue muy aceptada por el arquitecto, pues decía que rompía con la estética que pretendía crear. Michel Jaoul, el hijo de André, si estaba dispuesto a tomar la propuesta de Le Corbusier, pero no disponía de dinero suficiente para realizarla. 

 

En el exterior se muestran los acabados toscos de los materiales, buscando texturas. Esto se extiende también al interior, dejando visto el ladrillo de las bóvedas catalanas y el hormigón de los forjados. Sin embargo, en las paredes utiliza el color como un elemento fundamental de diseño.

Fig. 31 Despacho planta baja casa B


Fig. 32 Escalera planta baja casa B

Fig. 33 Comedor planta baja casa B

A finales de la década de 1920, Le Corbusier dijo: “el color modifica el espacio, clasifica los objetos, estimula las reacciones fisiológicas y tiene un fuerte efecto en nuestros sentimientos.”4 Y así fue cómo lo utilizó en estas casas, intentando crear diferentes “climas” y clasificar los distintos espacios mediante una paleta de colores que inventó específicamente para este proyecto.

Fig. 34 Paleta de colores diseñada por Le Corbusier





5- CONSTRUCCIÓN 


Dificultades financieras y administrativas 

Para la construcción de estas casas, los propietarios tuvieron que pasar por una serie de problemas financieros, pues no les concedían el préstamo suficiente para su realización. Es por eso que Le Corbusier elaboró un plan de ayuda económica, que se trataba de un acuerdo con el vecino para garantizar a cada propietario la seguridad y las ventajas de un contrato para un tribunal común.

Sin embargo, Jaoul no obtenía el acuerdo, por lo que el arquitecto le escribió una carta amenazando de retirar interés en el proyecto. En esta, le pedía compasivamente que obtuviese el acuerdo para el tribunal. Afirmaba que había hecho de todo para que el proyecto se realizara, se había sumergido demasiado en él, mucho más de lo que le debería corresponder económicamente, e incluso estando preocupado en ese tiempo de otros encargos como Ronchamp o Chandigarh.

Sin embargo, una vez obtenido este acuerdo, también tuvo que enfrentarse a unas dificultades para proponer un diseño de vivienda con costos moderados para cumplir.

 

Construcción

Le Corbusier rara vez dedicó mucho tiempo al lugar de construcción en sí. En su mayor parte, evitó el contacto con los contratistas y delegó estos temas a sus colaboradores. En este caso, eligió a Jacques Michel, quien supervisó la obra desde julio de 1953 hasta el verano de 1955.

Entre sus colaboradores, encontramos artesanos cualificados con los que ya había trabajado, pues para el arquitecto era relevante tratar con personas con las que tenía total confianza. En su mayoría sardos, corsos, italianos y españoles, que ocuparon un lugar privilegiado para el arquitecto como artesanos creativos "primitivos". Esta primitividad que tanto buscaba en las casas la vemos reflejada en  el acabado tosco y mundano, a la vez que cuidado.

Sin embargo, este resultado en realidad responde a una renuncia a las técnicas tradicionales (acabados en yeso o llana lisa) y al profesionalismo estándar. En esta casa se trabaja realmente el bricolage, esto es, el trabajo intencionalmente de mala calidad, que en efecto, demandaba más control, concentración y trabajo adicional, todo ello generando sobrecostos y aumentos de precio. 

Por buscar una estética brutalista, el coste financiero de la construcción aumentó. Finalmente los Jaoul perdieron financieramente exactamente debido a las elecciones estéticas brutalistas de su arquitecto.



 

Viendo en conjunto todas las fases de diseño y construcción, podemos ver que pese a todas las limitaciones que imponía el emplazamiento, Le Corbusier supo resolver lo que los clientes demandaban con una solución bastante óptima que permitía el aprovechamiento máximo de la parcela y dotaba a ambas viviendas de iguales condiciones. Aún pasando por numerosas fases de proyecto y teniendo grandes problemas en la concepción del resultado final, el arquitecto supo hacer de los problemas una virtud.

Fig. 35 Fachada con materiales vistos

Fig. 36 Vista casa A desde el patio común

Fig. 37 Fachada de entrada casa A



CITAS:

1.Le Corbusier: Le Corbusier and the Maisons Jaoul, pág. 40.

2. Le Corbusier: Oeuvre complète. Volume 6. 1952-57, pág. 114.

3.Willy Boesiger, ed. Le Corbusier. Oeuvre complète 1946-1952, 173.

4.Arthur Rüegg, ed. Polychromie architecturale. Les claviers de couleurs de Le Corbusier de 1931 et de 1959.


FIGURAS:

Fig.1: Biografía. Fondation Le Corbusier. http://www.fondationlecorbusier.fr/corbuweb/morpheus.aspx?sysId=15&IrisObjectId=6943&sysLanguage=fr-fr&itemPos=1&sysParentId=15&clearQuery=1

Fig. 2: Palais des Nations Unies, New-York, États-Unis, 1947. Fondation Le Corbusier. http://www.fondationlecorbusier.fr/corbuweb/morpheus.aspx?sysId=13&IrisObjectId=7827&sysLanguage=fr-fr&itemPos=137&itemSort=fr-fr_sort_string1%20&itemCount=215&sysParentName=&sysParentId=65

Fig. 3: Palais des Nations Unies, New-York, États-Unis, 1947. Fondation Le Corbusier. http://www.fondationlecorbusier.fr/corbuweb/morpheus.aspx?sysId=13&IrisObjectId=7827&sysLanguage=fr-fr&itemPos=137&itemSort=fr-fr_sort_string1%20&itemCount=215&sysParentName=&sysParentId=65

Fig. 4: Unité d'habitation, Marseille, France, 1945. Fondation Le Corbusier. http://www.fondationlecorbusier.fr/corbuweb/morpheus.aspx?sysId=13&IrisObjectId=5234&sysLanguage=fr-fr&itemPos=61&itemSort=fr-fr_sort_string1%20&itemCount=79&sysParentName=&sysParentId=64

Fig. 5: Chapelle Notre Dame du Haut, Ronchamp, France, 1950 - 1955. (s. f.). Fondation Le Corbusier. http://www.fondationlecorbusier.fr/corbuweb/morpheus.aspx?sysName=home&sysLanguage=fr-fr&sysInfos=1

Fig. 6: Maniaque Benton, C. (2009). Le Corbusier and the maisons Jaoul. New York : Princeton Architectural Press, pág. 30.

Fig. 7:  Maniaque Benton, C. (2009). Le Corbusier and the maisons Jaoul. New York : Princeton Architectural Press, pág. 40.

Fig. 8: Maniaque Benton, C. (2009). Le Corbusier and the maisons Jaoul. New York : Princeton Architectural Press, pág. 40.

Fig. 9: Maniaque Benton, C. (2009). Le Corbusier and the maisons Jaoul. New York : Princeton Architectural Press, pág. 49.

Fig. 10: Villa de Madame Manorama Sarabhai, Ahmedabad, Inde, 1951. Fondation Le Corbusier. http://www.fondationlecorbusier.fr/corbuweb/morpheus.aspx?sysId=13&IrisObjectId=5459&sysLanguage=fr-fr&itemPos=69&itemSort=fr-fr_sort_string1%20&itemCount=79&sysParentName=&sysParentId=64

Fig. 11: Villa de Madame Manorama Sarabhai, Ahmedabad, Inde, 1951. Fondation Le Corbusier. http://www.fondationlecorbusier.fr/corbuweb/morpheus.aspx?sysId=13&IrisObjectId=5459&sysLanguage=fr-fr&itemPos=69&itemSort=fr-fr_sort_string1%20&itemCount=79&sysParentName=&sysParentId=64

Fig. 12: Fernández-Galiano, L. [FUNDACIÓN JUAN MARCH]. (2020, 1 agosto). Le Corbusier | Luis Fernández-Galiano [Vídeo]. YouTube. https://youtu.be/YO6b57PBkM0

Fig. 13: Le Corbusier (1887–1965) & Fondation Le Corbusier (Paris). (1983). Ronchamp, maisons Jaoul, and other buildings and projects, 1951–1952. Paris : Fondation Le Corbusier : Garland.

Fig. 14: Le Corbusier (1887–1965) & Fondation Le Corbusier (Paris). (1983). Ronchamp, maisons Jaoul, and other buildings and projects, 1951–1952. Paris : Fondation Le Corbusier : Garland.

Fig. 15: Maniaque Benton, C. (2009). Le Corbusier and the maisons Jaoul. New York : Princeton Architectural Press, pág. 45.

Fig. 16: Maniaque Benton, C. (2009). Le Corbusier and the maisons Jaoul. New York : Princeton Architectural Press, pág. 45.

Fig. 17:  Maniaque Benton, C. (2009). Le Corbusier and the maisons Jaoul. New York : Princeton Architectural Press, pág. 47.

Fig. 18: Maniaque Benton, C. (2009). Le Corbusier and the maisons Jaoul. New York : Princeton Architectural Press, pág. 54.

Fig. 19: Maniaque Benton, C. (2009). Le Corbusier and the maisons Jaoul. New York : Princeton Architectural Press, pág. 55.

Fig. 20: Maniaque Benton, C. (2009). Le Corbusier and the maisons Jaoul. New York : Princeton Architectural Press, pág. 55.

Fig. 21: Maniaque Benton, C. (2009). Le Corbusier and the maisons Jaoul. New York : Princeton Architectural Press, pág. 56.

Fig. 22: Maniaque Benton, C. (2009). Le Corbusier and the maisons Jaoul. New York : Princeton Architectural Press, pág. 99.

Fig. 23: Maniaque Benton, C. (2009). Le Corbusier and the maisons Jaoul. New York : Princeton Architectural Press, pág. 56.

Fig. 24: Maisons Jaoul - Ficha, Fotos y Planos. (2018, 7 diciembre). WikiArquitectura. https://es.wikiarquitectura.com/edificio/maisons-jaoul/

Fig. 25: Le Corbusier (1887–1965) & Fondation Le Corbusier (Paris). (1983). Ronchamp, maisons Jaoul, and other buildings and projects, 1951–1952. Paris : Fondation Le Corbusier : Garland.

Fig. 26: D.(2021, 1 febrero). Maisons Jaoul. DDA Architectes. https://dda-architectes.com/maisons-jaoul/

Fig. 27: Fondation Le Corbusier (Ed.). (2005). Le Corbusier plans (Vol. 10, 1950–1951). Paris : Fondation Le Corbusier : Echelle-1.

Fig. 28: Fondation Le Corbusier (Ed.). (2005). Le Corbusier plans (Vol. 10, 1950–1951). Paris : Fondation Le Corbusier : Echelle-1.

Fig. 29: Fondation Le Corbusier (Ed.). (2005). Le Corbusier plans (Vol. 10, 1950–1951). Paris : Fondation Le Corbusier : Echelle-1.

Fig. 30: Coradini de Freitas, A. (2018). As Maisons Jaoul de Le Corbusier [ Disertación de máster, Universidad Federal de Rio Grande do Sul].

Fig. 31: Maniaque Benton, C. (2009). Le Corbusier and the maisons Jaoul. New York : Princeton Architectural Press, pág. 2.

Fig. 32: Maisons Jaoul, Le Corbusier, Casa A, entrada, fotografía de Jean Christophe Pratt.

Fig. 33: Maniaque Benton, C. (2009). Le Corbusier and the maisons Jaoul. New York : Princeton Architectural Press, pág. 25.

Fig. 34: Maniaque Benton, C. (2009). Le Corbusier and the maisons Jaoul. New York : Princeton Architectural Press, pág. 25.

Fig. 35: a+t en Maisons Jaoul. (2018, 25 octubre). A+t Architecture Publishers. https://aplust.net/blog/at_en_maisons_jaoul/

Fig. 36: a+t en Maisons Jaoul. (2018, 25 octubre). A+t Architecture Publishers. https://aplust.net/blog/at_en_maisons_jaoul/

Fig. 37: a+t en Maisons Jaoul. (2018, 25 octubre). A+t Architecture Publishers. https://aplust.net/blog/at_en_maisons_jaoul/


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-Fondation Le Corbusier (Ed.). (2005). Le Corbusier plans (Vol. 10, 1950–1951). Paris : Fondation Le Corbusier : Echelle-1.

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-Fernández-Galiano, L. [FUNDACIÓN JUAN MARCH]. (2020, 1 agosto). Le Corbusier | Luis Fernández-Galiano [Vídeo]. YouTube. https://youtu.be/YO6b57PBkM0

-Martín Fuentes, D. V. (2015, 20 noviembre). Maisons Jaoul, confort higrotérmico y su percepción en la arquitectura de tipología unifamiliar de Le Corbusier. https://m.riunet.upv.es/bitstream/handle/10251/97550/1005-5696-2-PB.pdf?sequence=1&isAllowed=y. 

-Chapelle Notre Dame du Haut, Ronchamp, France, 1950 - 1955. (s. f.). Fondation Le Corbusier. http://www.fondationlecorbusier.fr/corbuweb/morpheus.aspx?sysName=home&sysLanguage=fr-fr&sysInfos=1